Rimbaud en 1871.
Los poemas a ciertas partes del cuerpo son comunes: los senos, los ojos y las piernas están quizás entre los preferidos. Pero hay otras partes poco o casi nada nombradas. En tiempos recientes el pene, la vagina y las nalgas han tomado cierta relevancia entre la poesía de les autores modernes, pero todavía hay rinconcitos innombrados e innombrables. El esfínter anal, por ejemplo, es aún una parte tabú del repertorio sexual entre les poetas; tanto así, que mucha gente -culta o no- se resiste a verlo como un órgano propiamente sexual.
Paul Verlaine y Arthur Rimbaud se dedicaron a tratar de entender a ese desafortunado huequito como un auténtico centro de placer. Y por eso acometieron la tarea de adorarlo con algo que fuera más allá de sus folladas cotidianas.
En esta colaboración poética las dos cuartetas son de Verlaine y los dos tercetos de Rimbaud. ¡Disfrutad!
Paul Verlaine y Arthur Rimbaud se dedicaron a tratar de entender a ese desafortunado huequito como un auténtico centro de placer. Y por eso acometieron la tarea de adorarlo con algo que fuera más allá de sus folladas cotidianas.
En esta colaboración poética las dos cuartetas son de Verlaine y los dos tercetos de Rimbaud. ¡Disfrutad!
SONETO AL HUECO DEL CULO
Oscuro y fruncido como un clavel violeta
respira, tímidamente oculto bajo el musgo;
el licor del amor todavía lo humedece
y fluye por el leve declive de las nalgas.
respira, tímidamente oculto bajo el musgo;
el licor del amor todavía lo humedece
y fluye por el leve declive de las nalgas.
Filamentos parecidos a lágrimas de leche
lloran ante el triste soplo que los arrastra
a través de piedritas de abonos arcillosos
hacia el declive que ahora los reclama.
lloran ante el triste soplo que los arrastra
a través de piedritas de abonos arcillosos
hacia el declive que ahora los reclama.
A menudo mi boca se acopla a su ventosa
y allí mi alma, del coito material envidiosa,
cava su lagrimal feroz, su nido de sollozos.
y allí mi alma, del coito material envidiosa,
cava su lagrimal feroz, su nido de sollozos.
Es la argolla extasiada y la flauta mimosa,
tubo por donde baja el celestial confite,
Canaan femenino de humedades nacientes.
tubo por donde baja el celestial confite,
Canaan femenino de humedades nacientes.
En lo que a mí concierne, el poema conserva toda su actualidad.