El primer poemario de Gustavo Adolfo Chaves parece el último.
¿Y por qué digo que el primer poemario de Chaves parece el último? Lo digo por lo cuidado del lenguaje. Por la madurez del estilo. Por la introspección y la experiencia humana que se concentran en él.
Perfectamente se podría tratar de un maestro en sus años dorados, pero es Gustavo Adolfo Chaves, de Heredia;... y de treinta y un años, para más señas.... Y el autor no tuvo que escribir un manifiesto tautológico y solipsista, ni lamerle el enfínter a presidentes y ministros, candidatos, embajadores u otra grotesca especie de la fauna política. Tampoco tuvo que ganarse un premio internacional ni autonombrarse "el referente silencioso de la poesía costarricense" (como si fuera el ice berg frente al Titanic)... No. Nada de eso. Tan solo lee, estudia y escribe, como lo haría cualquier otro buen escritor. Y trata de publicar, claro, también como los demás... ¿O no es así?
La verdad es que... no es así. G.A. Chaves pertenece a la estirpe de autores que cocinan libros durantes años. Y por "años" nos referimos a decenas o veintenas de años. Su próximo numerito podría ser para el 2020, o después. Pero no importa, porque con cada uno de ellos probablemente nos dé de comer por todo el decenio o más que dure en salir su siguiente trabajo.
¿Y cuáles otros ingredientes van en la receta de este Chaves?
Temperancia y paciencia. El libro no está listo hasta que está listo. Y además la gramática (fea y escalofriante palabra entre los poetas mediocres). La musicalidad nunca forzada y siempre puntual. El uso comedido y estratégico de las metáforas. El acervo literario en particular y cultural en general. Pero por sobre todo, el instinto y la paciencia, todos elementos para lograr una poesía tan madura y sopesada, tan musical y equilibrada como para darnos aires de Kavafis, de Robert Lowell o de les imagenistes, pero sin ser ningune de elles, sin que la huella de estes maestres resalte más que como el telón de fondo donde el drama chaveseano tiene lugar.
Gustavo Adolfo Chaves podría estar compitiendo con Camilo Rodríguez a ver cuál llega primero al libro 150. Pero si la calidad se midiera por el número de libros publicados, Rodríguez sería el mejor poeta de Costa Rica y Chaves el último de la cadena alimenticia. Sin embargo, la realidad parece (de)mostrarnos lo contrario.
Me embarga la tentación de copiar alguno de esos poemas exuberantes como Prufrock Revisited o Por el río sinuoso, pero siempre me da una terrible pereza digitar trabajos ajenos (y por eso no soy traductor).
Mejor léanlo ustedes porque, como todes sabemos; une verdadere escritore siempre está leyendo, y si no está leyendo es que está escribiendo.
Disclaimer: G. A. Chaves no es el mejor poeta del mundo. Tal vez ni siquiera el mejor de Costa Rica. ¡Pero qué cabrón más bueno!
Gustavo Adolfo Chaves (der.) departiendo con amigos en una presentación literaria (2010).
Aquí el enlace a
donde se puede leer una muestra de los poemas de Chaves. El primero de la muestra titulado
Una odisea en el silencio no se incluyó en el libro.