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lunes, abril 26, 2010

AUTOBOMBO CON ELEGANCIA: Una raza en vías de extinción

Foto publicitaria de la excelente cinta "Atrapado en un cuerpo atrapado".

I. Reconozcamos nuestra condición clínica de autombetas

Este título parafrasea el de doña Irma Prego, "Agonice con elegancia". Y es que dedicarse al autobombo es una suerte de claudicación. Es un estarnos dando cuenta de que el chiquito literario nos está naciendo muerto, y eso causa traumas, angustia, depresión  y una súbita oleada de malos olores por toda la casa. Así es que reconozcamos nuestro problema antes de seguir con la "milagrosa terapia de curación".

Si hemos caído en autobombo (conocida técnicamente como autopatía ludes, o autopatía exolúdica) tenemos que reconocer que nos estamos muriendo de algo; de cancer, de envidia, de rencor, de cirrosis, de bazukazos antidemocráticos, de salamancazos, de pobrecito-yo-nadie-me-da-pelota-con-lo-genio-que-soy, de anorexia sexual, de mala calidad, de exceso de clases de cívica, de Negrita tirriosa, de alcoholismo trans-pos-lúdico, etc., etc.

Hay tantas razones para ejercitar el autobombo. Puede ser para caer en la lambisconería del yo, para parecer culto, decente y apropiado o simplemente para acariciarnos partes impúdicas a la sombra de nuestra soledad. Sea cual fuere el motivo (el detonante, dirían los especialistas) es importante que nuestro doloroso desasosiego pase inadvertido: Más aún si somos escritores. Más aún si tenemos una bitácora electrónica. Más aun si ya sabemos que vamos a estar en los partidos tiempos extras y que ni aún así vamos a  poder tocar el balón.

Ante semejante orestíada lo mejor es amarrarse bien los coturnos, ceñir la estola o la clámide con pericia alcibiádica (para ambos casos) ponerse la máscara (también para ambos casos) y entrar a escena como Electra electrocutada: The Sequel. Dicho en vallemeseteño, subirse los pantalones hasta estrangularse los huevos y poner cara de "estoy contento".

Ahora procedamos a la enfermedad en sí y disfracémosla. He aquí unos "tips" de nuestra experta Machuco Yamahada, sobre el tema de "Cómo disfrazar nuestro autobombo en un blog".

II. La invención de comentaristas a nuestras entradas

Este es un acto que requiere de delicadeza y mucho puntillismo. Un micro detalle mal puesto y se nos cae la máscara en medio escenario a mitad del tercer acto. Por ejemplo: el nombre/seudónimo elegido. Si ponemos a Belisario Artajerjes Porcial de la Cuesta a comentar, ya eso atraerá sospechas. ¿Qué tico se llama así?... O mejor... ¡¿Qué ser humano se llama así?! Fácil regla de oro para estos casos: entre más polo el nombre, más posibilidades de pasar el infundio inadvertido. Úsese algo como Alexander Obando (sin tildes), o Yéison Rodríguez, Warren Garita, Jennifer Mata, Miléidi ("Milady") Porras, o incluso Oscar (sin tilde) Chinchilla. Y si la cosa es un seudónimo o cuasi anónimo, pues ahí también vale oro la discreción. ¿Para qué señalar nuestras propias flaquezas o desgracias con seudónimos como Pedómano Frustrado, Alérgica al Látex o La Chupeta de Chiquitolina? Mejor un seudónimo discreto que no delate nuestra autopatía ludes como Pedomágico Astral o Mi mamá era la pistola de John Wayne. Algo que provoque la imaginación, pero solo un poquito. No tanto como para que se entre vea nuestro propósito ruin.

Capítulo aparte merece la cronometría. ¡Qué grave error, amigos, meter más de un comentario sospechoso y elogioso en menos de una hora. Supra elogios como "eres lo máximo desde el Big Bang" y "Dios te ha mandado para salvar la literatura de este país" nunca deben aparecer en comentarios de nombres dudosos con menos de varias horas entre una y otra entrada. Sino, nuestra agria careta de superioridad volará con el viento.

Y claro, está el problema de los registros, el historial, los respaldos y las cuentas. Si encontramos el comentario de Pepillo Viñuela en un blog determinado y luego buscamos su estampa por todo internet sin encontrarla, -o peor aún-, descubrimos que es una identidad cibernética creada en Google o cualquier otro apenas cinco minutos antes del comentario, levantaremos una ceja de duda y también un jmmmm sospechoso se nos escapará de la boca.

III La polución de comentaristas y administradores de la bitácora

Aquí entramos en el ámbito del delirio. Un un bloguero que dice "yo soy ejércitos" y luego pone en su blog a muchos heterónimos en ruedas de chistes, comentarios, regaños de mentirillas, burlas, apoyo o desacreditaciones, mensajes, y "chats" prosaicos es, en definitiva, un bloguero bien tostado. Aquí es cuando la autopatía ludes cobra la mayor parte de sus víctimas. Hay blogs donde incluso se afirma que la bitácora está manejada por un consejo editorial... ¡y sus familiares!... Esta suerte de Knesset, de Duma, de House of Lords (and Ladies) es el más claro indicio de que las sirenas de las ambulancias del Psiquiátrico andan en busca de escritores... Es hora de esconder la portátil y meterse debajo de la cama.


IV. Una nota final sobre las calificaciones

Hay quienes quieren hacer un top ten, formar opinión y castigar los desafueros de los malos escritores. Muy bien, pero que se identifiquen. Hasta ahora, los únicos sitios de la red donde la crítica se ha mostrado lúcida y seria ha sido en los espacios que corresponden a una persona (re)conocida. Los demás, repartidores de admoniciones, castigos, chucherías  y espejos, como los Rotten Tomatoes de la cinefilia gringa, no hacen más que constituirse en dínamos de vergüenza ajena. El problema de los críticos anónimos no ha sido que no digan lo que en muchos casos es la verdad. El problema es su rampante ingenuidad, su bisoñería y su credulismo básico. Uno de estos blogs propone dar méritos a los escritores en consonancia con el número de premios nacionales que tengan, porque (sic) "no hay otra forma de evaluarlos". Con razonamientos así, me pongo de pie, me voy al sótano y me meto yo mismo a la máquina de auto pateo.

V. Et in excelsis ego

¡Viva el autobombo, chicos! ¡Pero que viva como Ilya Kuryakin: guapo, frío, inteligente y anónimo! Así pues, si don Juan José Vargas puede "curar" homosexuales, nosotros podemos disfrazar los autobombos más feroces en suaves y delicados momentos de talento literario, de verdadero reconocimiento a nuestra obra, de incólume y notable prohombre de la patria, y hasta de presidente inteligente solo porque es mujer.

En el mundo del maquillaje todo es posible. ¡No nos quedemos atrás!

16 comentarios:

Luissiana Naranjo dijo...

bestial de original, directo y preciso, certero porque da una claridad de la conducta humana, de lo que somos y de cómo con sutileza disfrazar la imperfección, jejeje, sin duda tienes mucho ojo sobre esta sociedad electrónica del autobombo, siempre aprendo con vos!!!

depeupleur dijo...

Jajaja, qué bueno, me reí montones. Un fiel retrato de la blogosfera que a veces agarra forma cilíndrica de blogobombo. Qué digo, a veces: Los blogs cosisten en mantener un diario en público para que todos lo lean... o sea...

D. Piedra dijo...

Disfruté mucho con esta entrada
¿Y quién te arregló esa imágen?

FRANK RUFFINO dijo...

Alexánder:

Todos los que nos hemos metido en esto de los blogs es por algo, principalmnente lograr un reconocimiento extraaaaa grandeeeeeeeee. Si tú dedicas la mayor parte de las entradas a promocionar tu novela o poemario, pues, amigo, dímelo tú: ¿cómo se llama eso? ¿o si también otro blog –de algún amigo, editor o crítico- lo hace por ti?...
Seamos sinceros camaradas: para que vuelvan la mirada hacia nosotros todos hemos percutido nuestro propio bombo en un momento dado! Y qué manera de bulla hemos logrado algunos!
Hay escritores y poetas que no desean abrir un blog porque no se fían del internet, y solo porque es un medio que da oportunidad a todos: conocidos o desconocidos. Creen que los medios convencionales, donde cometen este pecado de la sobreexposición y esto por tener contactos ahí que los tiran para arriba con demasiada fuerza (como la época en que salía Chase -u otros pocos- todas las semanas en Áncora), es la palestra legítima. Nosotros, pues no "existimos" para ellos, como ellos tampoco "existen" en la blogosfera: somos más conocidos tú y yo internacionalmente que Adriano y Camilo, solo por poner a estos dos de ejemplo, y a quienes no imagino con un blog. Ese día colgaré los guantes y me refundiré en una isla lejana con mis bártulos de pesca.

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank.

Alexánder Obando dijo...

Luissiana:

Como miembro integral del Autobombo Club, siempre estoy al acecho de nueva información. Pero ya en serio hay que confesar tres cosas:
1. El autobombo es abusivo en bloguesfera y hay que tenerlo a raya.
2. Los blogs son ahora un medio de comunicación e intercambio totalmente válido en el medio literario. Es una alternativa que se ha constituido en vital para la oxigenación de la "intelligentsia" literaria tica.
3. Como profesor durante treinta años, siempre me sentí el más beneficiado. Tuve alumnos tan inteligentes que marcaron mi modo de pensar en forma definitiva.

Gracias a vos por co-aprender conmigo.

Alexánder Obando dijo...

Juan:

"We are they, and they are us". El mundo de los artistas es un mundo de inadaptados sociales. Sino, estaríamos haciendo plata y tenindo más hijos.

Diego:

Muchas gracias. la foto es mía. Corresponde a una pesadilla que tuve hace 16 años.

Frank:

Has dicho una gran verdad: todos estamos aquí por algo. Desde que decidí escribir "El más violento paraíso" opté por burlarme de mí mismo antes que de cualquier otro. Solo así tendría la autoridad moral de cargarme en lo que quisiera. Gracias por recordarme ese viejo trato con mí mismo.

FRANK RUFFINO dijo...

Amigos autobombones en pie de guerra:

Hace muchos años (1990), a poco de llegar a San José a trabajar en seguridad con los infaustos hermanos López, un día, en el turno de noche observé a José León Sánchez escribir en una pared de unos apartamentos carretera a Sabanilla:

"Lea a José León Sánchez".

Todo esto del autobombo viene desde el mismo tiempo de las cavernas. No os mostréis perplejos. El ser humano sigue siendo el mismo vanidoso de siempre. Aceptemos nuestra naturaleza, arrodillémonos, y démonos azotes hasta que nuestra espalda sangre. Tal vez así logremos exorcizar nuestros demonios propios.

Luissiana Naranjo dijo...

A ver Frank, de qué me voy a enojar... no entendí si hay una indirecta, si es que quieres que admita que tengo amor propio, por qué no? hay que tener la necesaria para sobrevivir pero el exceso empalaga y mata, en realidad cuál es tu problema? o qué es lo que quieres decirme? soy capaz de recibir tus directas, -las de cualquiera- y responderte con cordura y si se puede con cordialidad!!
afectos

Alexánder Obando dijo...

Frank:

Re tu comentario de las 21:56.

Sos un mae con mucho ojo para la condición humana. Esa anécdota de José León es parte de las muchas que deberías estar escribiendo para futura referencia.

Re tu comentario de las 07:26.

No me parece justo ni objetivo el tándem que hacés entre Adriano Corrales y Camilo Rodríguez. Si bien Corrales no está entre mis poetas nacionales predilectos, sí te puedo decir que es un narrador de muy buenos méritos en cuanto a novela se refiere. "Balalaika en calve de son" es un texto a caballo entre el realismo tradicional y un intimismo lúdico muy bien logrado, en tanto que "Los ojos del antifaz" debería ser un texto obligado como complemento a la historia reciente de nuestra región. Cuando hace novela, Adriano Corrales es un autor de muchos méritos. En cambio, el otro muchacho... ...

FRANK RUFFINO dijo...

Amiga Luissiana:

Ninguna indirecta: tú, Alex y yo podemos dejar los blog y seguimos siendo los mismos porque ya hemos construido donde es más importante: en el mundo real. No tengo ningún problema, menos contigo. No pasa nada (cero sentido oculto en las palabras).

Amigo Alexánder:

Te doy toda la razón. Muerto el perro...
Por ello eliminé, con tu permiso, el comentario de los "buenos bueyes". Resulta, en verdad, una "yunta" bien dispareja.

Abrazos camaradas,
Frank.

FRANK RUFFINO dijo...

Nada contra Adriano, él, como dices, es meritorio. Se le aprecia. (Mala comparación de mi parte: borrón y cuenta nueva).

FRANK RUFFINO dijo...

Alex: si sagrada Natura me da vida tal vez escriba una sola novela. Esa será mi única incursión en la narrativa. Por ahora no me inspira nada...Seguro estoy recogiendo, hinchando mi alma... cualquier día echo todo sobre una hoja en blanco. Ahí, o me crucifican, o me izan hasta el nivel en donde ondean los grandes pendones.

Abrazos,
Frank.

Germán Hernández dijo...

Encantado con esta entrada, ingeniosa y mal intencionada. En hora buena, yo que sé que has padecido de muchos intrusos anónimos que se han querido aprovechar de tu espacio para hacerlo propio... y esto es importante, es tu espacio y es tu manera de afirmarte ante la gente, de visibilizar una propuesta de una manera honesta y digna, por que crees en ella y está muy bien.

Luego lo del autobombo a que te refieres se trata de a mi parecer de unos extraños seres desdoblados, una especie de esquizofrenia virtual, en que tristemente el sujeto sufre de múltiples personalidades virtuales hasta el punto de creerlas autónomas, capaces de decir de sí mismo y hacia sí mismo lo que cree que el mundo real cree de si.

Jejeje, lo he disfrutado en grande...

Gracias

Alexánder Obando dijo...

Gracias, Guega, me agrada mucho que te haya gustado. Es un tema muy importante para la bloguesfera, si es que no es su problema principal.

DanteRemixCRLiteraria dijo...

Bueno, ahí esta el AUTOBOMBO. Solo un comentario yo cuando hablé de premios dije que los PREMIOS eran un parámetro de varios que hay que considerar aparte de otros para poder calificar a un escritor... Señor Alexander Obando lea bien mis comentarios.PD. Al menos ud está de acuerdo que SÍ EXISTE EL AUTOBOMBO era lo menos a algo tan evidente... ¿no lo cree?

Alexánder Obando dijo...

DanteRemixCRLiteraria:

Tiene usted razón, pero es que nadie ha negado aquí el autobombo. Es una tendencia natural del ego humano. El problema es cuando el bombo y autobombo son más grandes que el personaje y sus logros.

Lamento haberlo citado fuera de contexto. Estaba seguro de haberlo citado correctamente. Sin embargo, no encontré el lugar exacto donde usted dijo esas palabras. (Bueno, pero como usted es un anónimo, "oficialmente" no existe, y por tanto no hay dolo posible).

Por último, un detalle. En su lista de narradores, las fechas de nacimiento de varios de ellos son incorrectas, en cuenta Alfonso Chase, Heriberto Rodríguez y José Ricardo Chaves. Estoy seguro de que usted sabrá arreglarlas.

Buen día.