SEGUIDORES

martes, febrero 23, 2010

URIEL QUESADA COMENTA "EL MÁS VIOLENTO PARAÍSO"


EL BORGEANO

por Uriel Quesada*

Se busca desde hace tiempo a los legítimos herederos de Borges. En Argentina, no sin razón, se ha señalado a Ricardo Piglia como el único autor que ha llegado a escribir novelas que sin duda hubieran complacido a Borges, libros como La ciudad ausente o Respiración artificial. Para otros el verdadero borgeano es el Roberto Bolaño de Los detectives salvajes. ¿No será más bien que los borgeanos conforman una sociedad secreta, con obras notables aquí y allá? Habría que preguntarle a Alexánder Obando, aunque él de seguro lo va a negar, porque quienes pertenecen a ciertas cofradías deben ser discretos y pasar por simples mortales. Sin embargo no es necio decir que su libro El más violento paraíso  pertenece a ese selecto grupo de obras que logran conjugar en la vasta extensión de una novela varias preocupaciones éticas, estéticas y formales del inefable Borges.

Laberinto de la catedral de Chartres

En su compleja estructura, basada en la fragmentación, en relatos de breve extensión que van desde los juguetes cómicos hasta retratos de la vida cotidiana en una base lunar, El más violento paraíso nos brinda una teoría de la civilización, con Bizancio como punto de partida y destino recurrente y el culto a Dionisos como eje argumental e incluso simbólico. No en vano el lector viaja sin mayores transiciones a la antigüedad, al presente y al futuro. No es casual tampoco que de Bizancio se pase a San José y de ahí a Sinus-Iridum. En esta novela tiempo y espacio se mueven en una relación de simultaneidad, no de progresión. Coinciden a un mismo nivel la Historia, con su crueldad y sus excesos, la pequeña y divertida anécdota local y la especulación filosófica.

Lo que articula este mundo de aparente caos son los ritos dionisiacos, una forma de conocimiento en sí, pero a la vez una lógica que permea cada una de las historias. Por una parte, Dionisos invoca al placer, cualquier tipo de placer. Para agradar al dios hay que soltar las riendas y dejar que el cuerpo experimente hasta que quede saciado. Pero Dionisos a su vez es una deidad de la muerte, y somete a los seres humanos a ciclos constantes de violencia y destrucción. Así las cosas, placer y muerte se entrelazan, determinan eventos y explican las acciones de personajes tan diversos y, al menos en apariencia, poco relacionados entre sí como lo son el chico de una soda josefina, Nikki o Mehmet II.

Como ocurre con las narraciones de Borges, El más violento paraíso puede leerse a varios niveles, como una cadena de anécdotas sabrosas, como un compendio de la infamia universal, como un logrado texto de ciencia ficción. Obando muestra el dominio de varios subgéneros y la habilidad para mantener siempre al lector atento e intrigado. Novela de sexo—y mucho—, novela sobre los extremos del poder, retrato de las múltiples posibilidades sensoriales que brindan las drogas, El más violento paraíso es un libro total y universal. Lo primero por cuanto logra abarcar un amplio espectro de temas y formas narrativas en procura de crear una realidad propia, autónoma, donde nada sobra ni hace falta. Lo segundo porque el libro establece conexiones con obras de otras culturas y con autores de distintas tradiciones. No se queda en un realismo local, no imita tímidamente posibles tendencias en la literatura contemporánea, sino que propone su propia visión de la novela como experiencia de lectura y hecho estético.

Laberinto con el tema de Teseo y el Minotauro

Se dice que Borges llegó a Dios por la razón. Asimismo lo ha hecho Obando, aunque en su narrativa esa deidad, Dionisos, nos pueda parecer contradictoria, pues no nos ofrece la eternidad individual sino el placer y la muerte en un ciclo eterno. Les queda a los lectores el reto de acercarse a esta propuesta. Lo bueno es que la lectura promete un disfrute enorme, como lo hace toda novela irreverente y notable.

  * Dr. Uriel Quesada, escritor y docente, Universidad de Tulane, Nueva Orleáns.

9 comentarios:

DAVID CRUZ dijo...

Muy acertado Uriel, concuerdo mucho contigo sobre lo supremo de esta obra, que rompe muchos esquemas de la narrativa de "pueblo que abundaba" y lo lleva a un plano universal, por otro lado mucha gente ha hecho obra 'rompedora' pero queda en imitaciones baratas,

excelente artículo, el más violento paraíso, es una obra de esas que aparecen cada 100 años en la literatura universal y no exagero…..
saludos a ambos muy buenos autores

Gustavo Solórzano-Alfaro dijo...

Yo también concuerdo en términos generales con lo expuesto por Uriel. De forma sintética señala los aspectos más relevantes, sobre todo en el plano simbólico, de esta obra. Sin embargo, no sé si la relación con Borges o el universo borgeano sea del todo precisa, al menos en cuanto al estilo.

Saludos

Luissiana Naranjo dijo...

Texto muy limpio y acertado. Interesante lo que dice del tiempo y el espacio. Buenas vibras para vos!!

FRANK RUFFINO dijo...

Amigos todos escritores, artistas y poetas del mundo:

Ya en estas mismas casillas -angostas y limitantes- de comentarios dejé impresiones sobre la novela de Alexánder. Me aventuré con mis propias teorías acerca de ella atribuyéndole aspectos de la física cuántica y otras exitantes posibilidades que en la cabeza del tipo que conocemos como Alexánder Obando fueron germinando.

Interesante sería que Alexánder recogiera algunos comentarios, incluidos los míos, pues "la caridad empieza por casa" y los publique en una entrada exclusiva de este blog: a una novela mosaico formidable se le debe también dar la posibilidad de exhibir los distintos criterios acerca de sus páginas exóticas, así, creo, se podría hacer el lector una idea más global del texto de Obando, que no creo pueda ser abarcado con éxito por un solo crítico literario o comentarista. Así de grande es su novela.

Este artículo de Uriel Quesada está en toda regla, mas me decanto por hablar, en vez de similitudes con el universo borgeano, de uno "obadiano" (permítaseme el término, pues "obandiano" suena menos estético, que sería, creo, más correcto). Es decir, su autor creó su multiverso y lo hace magistralmente, al punto, he dicho en otros comentarios de este blog, de alcanzarle su literatura para iniciar un nuevo movimiento literario a nivel continental.

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank Ruffino.

Luis dijo...

El jardín de Alexs que se bifurcan

J.P. Morales dijo...

De acuerdo, muy buen artículo. Expone las ideas generales de la impresión que causa esta obra en el lector. Ahora, de lo que descreo es de que EMVP sea una novela que le hubiera gustado a Borges. No porque le hubiera desagradado esta en particular, si no porque a Borges no le agradaba el género novelesco en general. Lo consideraba impropio de la corta vida humana, dada su extensión. Y EMVP es larguito, no puede negarse. Pero bueno, quién sabe, tal vez si la hubiera conocido sí le hubiera gustado. Pero de todas maneras, ¿qué importa? Nos gusta a nosotros y se acabó. Linda Uriel, y muy buena idea la de Frank, que Alexánder se haga una entrada con todos los comentarios que ha recibido. Pura vida.

LUIS GABRIEL VELÁSQUEZ dijo...

Me gustaba más la portada anterior en la que aparecía el niño con con el pecho descubierto y con la corona de laureles.

Germán Hernández dijo...

Difiero completamente de Uriel en dos aspectos:

1. Por más que busco no encuentro ese clik entre Borges y Obando, demasiado forzado para mi gusto. Afortunadamente Obando no le debe nada a Borges, y menos a Cortazar, con quien noto más encuentros y coincidencias, especialmente en los aspectos lúdicos, de los que el viejo y amargado Borges era incapaz.

2. Uriel como buen heredero de lo occidental se siente amenazado por el texto, rápidamente busca el orden en lo que el llama "aparente caos"; no es que el caos sea aparente, el caos es real y consistente, lo aparente es el orden.

Saludos y me atengo a las consecuencias....

Alexánder Obando dijo...

David, Asterión y J.P. Morales:

De las pocas cosas que se trabajaron en EMVP a conciencia y con agenda fue la decisión de buscar los temas que no abundaban en el canon nacional. Eso sí lo hice, lo confieso, con toda alevosía.

Para mí, el problema fundamental de la literatura nacional ha sido el "no se puede" o "no se estila" que abunda en las bocas cuando en verdad quieren decir: "nos da miedo intentar renovar porque eso significa incertidumbre y apuesta". Tan es así que un novelista prominente de estos momentos (menor que yo) decía en una entrevista de prensa en el 2002: "Ya no se usa experimentar". Como quien dice "pasó de moda" o es "cliché". En mi opinión, experimentar SIGUE y sguirá siendo la base del arte occidental.

Por cierto que la relación con Borges me resulta difícil de analizar porque soy uno de esos bichos raros que ha leído muy poco del singular maestro.

Luissiana:

Lo del tiempo y del espacio a mí también me pareció un dato muy interesante. Creo que Uriel ha leído esa novela bastante mejor que yo.

Frank:

Como innovador que sos siempre vas a la cabeza. Te tomo la palabra y me gustaría -además de honrarme mucho- subir textos de ustedes sobre EMVP. Pero te propongo lo siguiente: repasá vos lo que has dicho, lo resumís en una pequeña reseña y la colgamos aquí con todo el gusto del mundo. Invito a los demás amigos que lo deseen a hacer lo mismo. Gracias otra vez Frank.

Lucho:

Más que bifurcarse, se returcen sobre sí mismos para crear una masa crítica, jeje.

Luis V.:

A mí también me gusta más en lo personal la portada anterior, pero debo recalcar que me gustaba porque el niño me parecía muy hermoso, y no tomaba en consideración aspectos editoriales y de mercado. Desde esta otra perspectiva creo que la portada de Lanzallamas es todo un acierto. Y ya parece que los lectores le están dando la razón a la editorial.

Germán:

Si algo nos ha enseñado la idea del "prinzip chaos" es que el caos es un orden en sí mismo. Tal vez difícil para la mente humana, pero un orden al fin y al cabo.

En cuanto a Borges y Cortázar, temo que debo confesar que he leído más a Cortázar que a Borges: dos cuentarios, para ser exacto; mientras que de Borges solo he leído unos ocho o diez cuentos. Pero sigo leyendo para ponerme "al día" con los que me acusan de borgeano o cortazariano; o los que me tachan de no-borgeano o no-cortazariano. ;)

Por último, según me parece, Uriel afirma que EMVP probablemente le habría gustado a Borges; y no afirma específicamente que yo sea un pupilo del sin-pupila... ¿o sí?

Un abrazo y mi agradecimiento a todos.