1. Poetimán siempre llega tarde al trabajo. No por vago sino porque tiene una noción einsteiniana del tiempo.
2. Poetimán no paga los recibos de luz, agua y teléfono a tiempo. No por irresponsable, sino porque no puede ser molestado con las trifulcas menores de la vida.
3. Poetimán nunca se atrasa menos de dos horas a los eventos sociales de sus amigos. No por egoísta y desconsiderado, sino porque no encuentra las llaves de la casa o tiene una súbita depresión de hora y media.
4. Poetimán no se casa con su novia embarazada. No porque no la quiera o sea mal proveedor, sino porque la institución de la familia perturbaría su reputación de bohemio, transgresor y diletante.
5. Si Poetimán ejerce más de un oficio creativo (como pintura o música, además de poesía), dirá con frecuencia frases tales como “¡Qué difícil es ser tan sensible!” o “¡Cómo se sufre siendo un artista!”.
6. Poetimán no es un borracho incontrolable. Es un “bohemio de escuela existencial”.
7. Poetimán no es un machista sin el menor sentido de compromiso o vergüenza. Y por otro lado, tampoco es un rabanazo de clóset. Lo que pasa es que su exaltada sensibilidad sexual le permite ver al o la compañera ideal en cada lance de turno, esté o no esté presente su compañero o compañera fija.
8. En público, Poetimán siempre tendrá un semblante triste y abatido aunque solo sea porque tiene una uña encarnada.
9. Todo consejo que Poetimán le quiera dar a los escritores jóvenes es una verdad lapidaria e incontrovertible. Pero siempre la dará desde un vaso de cerveza, unas liniecitas o un buen puro.
10. Poetimán nunca es prejuiciado, insensible, inescrupuloso, ladrón, conservador o facho. Nada de esto puede ocurrir porque él es... ¡un poeta!
11. Poetimán es un artista incomprendido por las estructuras oficiales de la cultura nacional. Solo sus amigos cercanos tienen la suficiente inteligencia y neuronas como para comprender al gran genio.
12. Poetimán, siendo el paladín de los poetas nacionales, tiene muchos enemigos, pero el archi-contrario, el enemigo de enemigos es Megapoeta.
2. Poetimán no paga los recibos de luz, agua y teléfono a tiempo. No por irresponsable, sino porque no puede ser molestado con las trifulcas menores de la vida.
3. Poetimán nunca se atrasa menos de dos horas a los eventos sociales de sus amigos. No por egoísta y desconsiderado, sino porque no encuentra las llaves de la casa o tiene una súbita depresión de hora y media.
4. Poetimán no se casa con su novia embarazada. No porque no la quiera o sea mal proveedor, sino porque la institución de la familia perturbaría su reputación de bohemio, transgresor y diletante.
5. Si Poetimán ejerce más de un oficio creativo (como pintura o música, además de poesía), dirá con frecuencia frases tales como “¡Qué difícil es ser tan sensible!” o “¡Cómo se sufre siendo un artista!”.
6. Poetimán no es un borracho incontrolable. Es un “bohemio de escuela existencial”.
7. Poetimán no es un machista sin el menor sentido de compromiso o vergüenza. Y por otro lado, tampoco es un rabanazo de clóset. Lo que pasa es que su exaltada sensibilidad sexual le permite ver al o la compañera ideal en cada lance de turno, esté o no esté presente su compañero o compañera fija.
8. En público, Poetimán siempre tendrá un semblante triste y abatido aunque solo sea porque tiene una uña encarnada.
9. Todo consejo que Poetimán le quiera dar a los escritores jóvenes es una verdad lapidaria e incontrovertible. Pero siempre la dará desde un vaso de cerveza, unas liniecitas o un buen puro.
10. Poetimán nunca es prejuiciado, insensible, inescrupuloso, ladrón, conservador o facho. Nada de esto puede ocurrir porque él es... ¡un poeta!
11. Poetimán es un artista incomprendido por las estructuras oficiales de la cultura nacional. Solo sus amigos cercanos tienen la suficiente inteligencia y neuronas como para comprender al gran genio.
12. Poetimán, siendo el paladín de los poetas nacionales, tiene muchos enemigos, pero el archi-contrario, el enemigo de enemigos es Megapoeta.

EL DUODECÁLOGO DE MEGAPOETA
1. Megapoeta nunca llega tarde al trabajo. Simplemente no llega. Su tiempo es demasiado valioso como para preocuparse de la manutención de la familia. Para eso está el Estado.
2. Megapoeta no paga los recibos de luz, agua y teléfono a tiempo. No por irresponsable, sino porque para eso está Megapoetisa, su mujer.
3. Megapoeta siempre llega a tiempo a los eventos sociales de sus amigos. No sería un buen amigo si los privara de su presencia más de lo que ellos puedan aguantar. (El problema con Megapoeta es sacarlo de la sala una vez que ya agarró el churuco).
4. Megapoeta solo escribe megapoesía. ¿Qué es megapoesía?: ¡Aquel inefable destinado a salvar a la humanidad... (al menos literariamente)!
5. Megapoeta no se deprime a no ser por razones de peso como solidarizarse con los desaparecidos camboyanos, inspirarse en el Dalai Lama o en la saga de la colonización de Rapa Nui. Dicho de otra manera: Megapoeta solo se deprime en sentido poético.
6. El mejor amigo de megapoeta no es su esposa ni son sus hijos, sino su ego. Puede conversar con él hora tras hora por medio de su computadora, amiga a la que considera un verdadero espejo.
7. Megapoeta es un genio incomprendido, tanto por las estructuras del Estado como por la chusma que rodea a Poetimán, versión autocompasiva y tercermundista de Megapoeta.
8. Megapoeta es amigo de gente importante y oportuna. No como Poetimán que llama amigo a cualquier borracho de cantina.
9. Megapoeta dice que no puede ver para abajo porque sería perder puntos con los de arriba. La razón verdadera es que Megapoeta cree en la imagen del multimillonario victoriano, por lo que su abultado vientre ya no le permite verse la pinga desde hace varios lustros. Además —agrega Megapoeta— la imagen escuálida y lastimera se la deja a Poetimán.
10. Megapoeta, al contrario de Poetimán, no tiene amigos. Cuando se está "tan arriba" como él, uno no se puede dar el lujo de tener amigos. Si acaso, familiares, acólitos o conocidos.
11. La Megapoesía está aquí para infectarlo todo. Es el fantasma que recorre Costa Rica y ya casi llega hasta París y Estocolmo. Y aunque su fórmula es única (como el pollo del Coronel) cualquiera puede agarrarse de ella, siempre y cuando respete sus leyes básicas: 1. Escribirás como Megapoeta, tu padre, y no tendrás otro padre porque Megapoeta es un padre celoso. 2. Escribirás "para embellecer el mundo con palabras" por lo que dejarás de lado temas tremendos o escatológicos. 3. No incluirás en tu poesía antivalores como drogas, sexo, prostitución, política, hechos recientes, denuncias, pobreza, pachucadas, mal lenguaje, suicidios, acosos de tipo sexual o dolor porque estos temas son abominables y aburridos ante los ojos de Megapoeta, tu Señor.
12. Por si lo anterior no quedó claro: ¡MEGAPOETA ES DIOS! ... ... ... (Y Poetimán... por supuesto.... el Ángel Caído).
2. Megapoeta no paga los recibos de luz, agua y teléfono a tiempo. No por irresponsable, sino porque para eso está Megapoetisa, su mujer.
3. Megapoeta siempre llega a tiempo a los eventos sociales de sus amigos. No sería un buen amigo si los privara de su presencia más de lo que ellos puedan aguantar. (El problema con Megapoeta es sacarlo de la sala una vez que ya agarró el churuco).
4. Megapoeta solo escribe megapoesía. ¿Qué es megapoesía?: ¡Aquel inefable destinado a salvar a la humanidad... (al menos literariamente)!
5. Megapoeta no se deprime a no ser por razones de peso como solidarizarse con los desaparecidos camboyanos, inspirarse en el Dalai Lama o en la saga de la colonización de Rapa Nui. Dicho de otra manera: Megapoeta solo se deprime en sentido poético.
6. El mejor amigo de megapoeta no es su esposa ni son sus hijos, sino su ego. Puede conversar con él hora tras hora por medio de su computadora, amiga a la que considera un verdadero espejo.
7. Megapoeta es un genio incomprendido, tanto por las estructuras del Estado como por la chusma que rodea a Poetimán, versión autocompasiva y tercermundista de Megapoeta.
8. Megapoeta es amigo de gente importante y oportuna. No como Poetimán que llama amigo a cualquier borracho de cantina.
9. Megapoeta dice que no puede ver para abajo porque sería perder puntos con los de arriba. La razón verdadera es que Megapoeta cree en la imagen del multimillonario victoriano, por lo que su abultado vientre ya no le permite verse la pinga desde hace varios lustros. Además —agrega Megapoeta— la imagen escuálida y lastimera se la deja a Poetimán.
10. Megapoeta, al contrario de Poetimán, no tiene amigos. Cuando se está "tan arriba" como él, uno no se puede dar el lujo de tener amigos. Si acaso, familiares, acólitos o conocidos.
11. La Megapoesía está aquí para infectarlo todo. Es el fantasma que recorre Costa Rica y ya casi llega hasta París y Estocolmo. Y aunque su fórmula es única (como el pollo del Coronel) cualquiera puede agarrarse de ella, siempre y cuando respete sus leyes básicas: 1. Escribirás como Megapoeta, tu padre, y no tendrás otro padre porque Megapoeta es un padre celoso. 2. Escribirás "para embellecer el mundo con palabras" por lo que dejarás de lado temas tremendos o escatológicos. 3. No incluirás en tu poesía antivalores como drogas, sexo, prostitución, política, hechos recientes, denuncias, pobreza, pachucadas, mal lenguaje, suicidios, acosos de tipo sexual o dolor porque estos temas son abominables y aburridos ante los ojos de Megapoeta, tu Señor.
12. Por si lo anterior no quedó claro: ¡MEGAPOETA ES DIOS! ... ... ... (Y Poetimán... por supuesto.... el Ángel Caído).