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martes, diciembre 23, 2008

CINCO POEMAS INÉDITOS DE ESTEBAN UREÑA


La obra poética de Esteban Ureña ha pasado casi inadvertida en nuestro medio. Pero eso no es tanto culpa de Ureña como sí de un medio donde el lector o asistente a recitales siempre se encuentra ávido de poesía pre-digerida o de papilla ensalivada que "llene al mundo de belleza", según reza la ya clásica confesión trascendentalista.

Ureña se resiste a este puré para ancianos desdentados y nos brinda más bien un trabajo rico en fibra, en ácidos y sustancias proteínicas. Una dieta que lamentablemente podría indigestar al lector consume-bombones de nuestro mundillo poético.

Sus adeptos somos pocos pero fieles.

Juan Murillo lo llama "el poeta más sorprendente de Costa Rica", mientras que Germán Hernández lo califica de poeta de "absoluta lucidez". Yo por mi parte he dicho que Ureña es "el único poeta de su generación que ha podido escapar totalmente a los estragos de la moda".

Pero no se diga más. Dejemos que cinco poemas de su libro inédito, Minutos después del accidente, hablen por quienes ya hemos hablado en favor suyo.

Si tiene interés en leer más de este poeta, encontrará otros poemas suyos en:



1. La ilustración es cortesía del poeta y videasta Diego Mora.

2. Esteban Ureña ha publicado Bestiario de amor, San José, Editorial Costa Rica, 2004. Este libro se encuentra a la venta en La Cooperativa de la UCR y en las oficinas de la ECR, contiguo al Cementerio de Guadalupe.

3. Debido a problemas propios de los blogs no hemos podido darle al tercer poema el formato que realmente tiene. Nos disculpamos con el autor por esta falta de pericia nuestra.


“Thrift, thrift, Horatio…”
(Hamlet, I, 2)

emparedado de carne

ingredientes:
mortero y argamasa

ideal acompañar
con amontillado



Kindergarten

ella tenía 5 : yo cuatro
jugábamos con el cajón de los disfraces
(batman, acuamán, la mujer maravilla)
pero no había dos iguales
así que decidimos irnos vestidos de piel

tampoco éramos iguales

yo disfrazado de piel / ella de piela

al tocarnos los disfraces / ardían
sin consumirse



puertas de papel
a T.


quiantes de palmar uno ve todo como en una película
creía quera pura hablada
pero es que mi vida fue una cinta de rambo yo sé loqués tratar
de hacer una entrega
con los tombos atrás los compas también puestos al corte por una harinilla
cualquier mierda qué maes para estrilar y qué tombos más cochinos
no se conforman con nada además quería dejar esta putada,
fuere vara, ya miabría
lo juro por mi mama que me está viendorita desde el cielo
lo juro por todas las cruces

adiós, muchachos, compas de esta vida tan puta
juaquincillo era muy puta lo estoy viendo como en una cinta tresequis
deschingándose porque yo le había dicho que libechar tres tejas
y lo único que leché fueron tres polvos pero qué rico y cómo aullaba
tenía razón marillo qué puta quera

ahorita solo de juaquincillo quisiera acordarme
pero lo que me viene a la mente es que una vez yo le
escribí unos poemas me dijo
que le habían gustado mucho y yo lo que quería era nada más
culiármelo todo
pero al final me cuadraron los poemas y a cada rato los sacaba para leerlos

lescribí
muchos a él, le hablaba a su rabo y le preguntaba
que por qué estaba tan rico
el culo me contestaba a ese culo solo le faltaba cocinar,
fumar sí, todo este puro
pero también le ponía cosas tiernas que me da vergüenza decir ahora
aunque mesté muriendo
me gustaría que usted se lo dijera sí, ¿se lo va a decir?

es que estoy viendo mi vida pasar como en una película
pero no quiero hablar deso como el de la canción
de gansan rouses que dice nok, nok, nokin on jeben dor
estoy tocándole la dor a san pedro

y juaquincillo me espera

detrás desanube
tan brillante en el cielo


la impresora

Quería poner en papel
todo lo que sé sobre tu cuerpo

Lo creemos muy inteligente
—más que aquel chimpancé en prekínder—
toda vez que siga sin hablar

Pero como decía Henry Spencer Ashbee
el bibliotecario londinenense
no importa cuánto una mujer cierre las piernas
aun sentada en misa se asoman sus labios
como los tuyos hoy por la mañana
dormías con las rodillas encogidas

También quise hablar de tu clítoris
monje encapuchado en martes de grasa
martes de guerra
pero me quedé pensando
en la doble ironía de tus labios
tan callados, como ausentes

Quiero algo
pero no una imagen
hablar en vúlvico o montepubiano

Por la noche, en serio intento escuchar
tu ponencia, tu explicación sobre los
modernos procesos en la imprenta

te contaría luego que el tejido del papel
se hace de encino, que por eso es fuerte
como un roble y soporta la verdad:
en el trenzado de sus fibras microscópicas
todavía está su mirada de horror
frente a la sierra

Pero empezás a mover tus labios
en una película muda, tu gabinete,
no presto la menor atención a tus palabras

Antes, ya no recuerdo cuánto,
era bastante honesto.
Ahora solo finjo:
que te quiero con el alma
que me importa algo más que tu cuerpo
que hay otras muchas cosas
que no logro decir

Quería poner en papel
todo lo que sé sobre tu cuerpo

y no solo tus labios
no solo tus labios
no solo tus labios



xocolatzin

Dos minutos después del accidente
asomabas medio cuerpo por la ventana
del cuatro por cuatro, y tus tetas veían
la luz fuera del top de algodón

Del chofer distinguí apenas una gelatina negra
plumas de zanate ensangrentadas

Te recordé de playa Naranjo, aquellas tetas
que nunca creí contemplar. No eran
como las imaginé. De cerca, desmayadas,
resultaban más hermosas
y nada sabían del orgullo de su dueña
de mujer deseable, dormían sin sueños

Me acerqué mientras el carro se estrellaba
todavía en mi cabeza, varias veces,
sobre la banda sin fin del asfalto

Aún los zopilotes no habían olido la sangre
Aún no sabía si estabas muerta
Aún estaban lejos las veloces sombras

“Ningún mal hago —pensé—
si la acaricio”. Tomé un pezón entre mis labios
mientras sostenía su pecho como un tazón de chocolate

“Nada puede sentir —pensé más—
desmayada de esa forma”. Y entonces el pezón
se endureció un poco y los vellos paraditos
de tus tetas reflejaban el sol

Mientras corría a buscar un teléfono, gritaba:
“¿Pero entonces quién siente ese placer?”
“¿Dónde está ese, el que siente el placer?”

Y fui solo un pellejo de luz
sobre el río inmóvil de alquitrán

9 comentarios:

Anónimo dijo...

"Bestiario de amor" es uno de los mejores poemarios publicados al menos en los últimos veinte años. Es poesía conceptual, compleja, con un rico entramado intertextual y matices mítico-filosóficos.

Uno no puede entender cómo este libro y su autor no han recibido la atención que merecen (bueno, sí lo puede uno entender, es solamente un decir). A la "papilla digerida" de la "belleza", agrego yo la papilla digerida del chiste fácil y la poesía que parece un apunte de supermercado, como responsables de opacar un trabajo como este. El lector medio se pierde en este tipo de textos.

He tenido la oportunidad de leer su poemario inédito, en el que vamos a encontrar un tono y un estilo diferentes, pero siempre con el cuidado y la dedicación de un poeta que sabe tomarse su tiempo.

Alejandro Cordero dijo...

Gracias Alex por esos poemas de Esteban!!

Gustavo Adolfo Chaves dijo...

Con todo respeto, suelto otro poema inédito de Esteban, ya que a él le gusta tanto esto de poblar la red con poesía: http://cafeverlaine.blogspot.com/2007/10/la-importancia-de-ser-bestias-esteban.html

Esa tensión ("equilibrio" sería desprestigiarlo) entre la enorme inteligencia de Esteban y su notable capacidad para hacer que sus ideas "se sientan" (más que se asimilen a nivel intelectual) es lo que me parece más característico en su trabajo, lo que lo distingue y lo que, en última instancia, hará de sus poemas obras memorables, a pesar de la poca atención de sus coetáneos.

Sé por boca de Esteban que él ha acumulado poemarios en sus gavetas por años. El hecho de que no suelte papeles cada año es un acto de ética/estética que hay que agradecer e imitar.

(Álex: borré el comentario anterior porque estaba repleto de errores ortográficos. Perdoná. Vanidad, vanidad... Y gracias por este regalo en medio de las fiestas vacuas. Estos poemas redimen más que cipreses decapitados.)

Otro punto: ¿Se enojará Esteban si me robo esta foto para Afinidades? Él es el único retrato hablado de aquella penintenciaría lírica...

Alexánder Obando dijo...

Aumentamos pues la nómina de los "fans". Entran ahora a las canchas ureñianas Gustavo Adolfo Chaves, Gustavo Solórzano y Luis Chaves. (Ver enlace arriba de G. A. Chaves).

Si alguna vez he subido una entrada con mala intención, ha sido esta. Es mi dulce respuesta a dos amigos que han criticado recientemente mi apego por la obra e inteligencia de Esteban. Me trataron de idólatra --palabra que no puede ofender a un pagano como este servidor-- pero que sí intenta sobredimensionar el aprecio enunciado. Así pues, queda claro que no es una cosa particularmente mía. Hay (por no decir "habemos") un pequeño pero atento grupo de lectores de Esteban. Y estoy seguro que ese grupo irá progresivamente en aumento.

Gustavo Adolfo Chaves dijo...

Ah, qué metida de patas! El mismo poema que mencioné salió en Afinidades... No me hagan caso. Pero en fin, sí, hay que leer a Esteban.

Anónimo dijo...

Álex, hacés bien en ponerle todas esas figuras biológicas a Esteban (a quien no había tenido el gusto de leer); es proteico -se sostiene con una musculatura tensa y picuda-; tiene la energía de la grasa -se quema y debajo aún hay capas que resisten los embates del tiempo, que se lleva casi todo el resto de lo que acá se escribe-; es una figura fibrosa -se necesita ácido concentrado para traspasar lo que en la superficie se lee, y eso pasa poco-.
Se te agradece el mostrario.

depeupleur dijo...

La poesía de Esteban siempre me deja un torbellino de ideas y sensaciones en la cabeza que no logro sacarme en varios días y van creciendo como una higuera tenebrosa, llena de significados secretos y terribles: desde el juego asociativo de la carne asada servida en funerales isabelinos con los emparedados novoingleses de carne curada al nitrato de siglo XIX o la perturbadora belleza de los disfraces de piel o el maravilloso ejemplo (que me parece una constante en Esteban) de como la perversidad y la transgresión del tabú son los verdaderos caminos al palacio de la verdad (diría Blake), en este caso de la verdad de que lo que somos más profunda y significativamente reside en nuestro cuerpo y no en nuestra mente, que es un mero pasajero y de ahí al verso de Eliot: Who is that other one walking beside you, y así, ad infinitum.

Todos estos poemas son maravillosos, como lo otro que Esteban ha considerado digno de salir de esas circunspectas gavetas y hemos podido leer. Se ve que llevaron tiempo, trabajo de ideas, de revelación y juego mental, y se agradecen porque, como bien decías, aquí son excepcionales.

Warren/Literófilo dijo...

No sé pero no me hace sentir nada la poesía de Ureña, quizá sea yo el de la bronca, y bueno que tuanis que lo saqués a flote Alex.

Germán Hernández dijo...

La poesía de Esteban Ureña no gusta de primera entrada, pero deja una extraña resonancia, que te acompaña por días, que te estravía y se atreve a aparecer por las madrugadas en medio de la digestión y de pesadillas, entonces te levantas a toda y prisa y regresas al texto purificado, y lo descubres, y no entiendes cómo es posible que antes no hubieras visto lo obvio.

En esta mínima muestra que Alex y también Esteban nos regalan, me siento otra vez opacado, Esteban derriba cualquier edificio y nos deja con la sensación que de otros como yo al escribir poesía apenas estamos revolviendo sus escombros...

Cuando hablo de la abosuluta lucidez de la poesía de Esteban, me refiero a que no hay en ella nada que no atravezara un proceso de inmolación y purificación previa, que no hay gratuidad y que exige un esfuerzo tan grande, y un compromiso tan auténtico para ser leído como el mismo con que fue escrito.

La poesía de Esteban nunca será "popular", nunca sera "sexy" quien quiera leerla decididamente tendrá que naufragrar con ella, tendrá entregarse.

Gracias Alex, Gracias Esteban

Nota 1: Puertas de Papel me recuerda de una manera muy sentida al maravilloso poeta salvadoreño José María Cuellar.

Nota 2: Impresora es sencillamente exquisito, todo lo que se diga después son glosas.