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jueves, octubre 27, 2011

EL CLAUSTRO ELEGIDO

El lecho del paciente costarricense. Sobre la mesita mis sempiternos inhaladores para el asma, una botella de agua, kleenex, un bote con marcadores y bolígrafos y papel para escribir. Debajo de la cama: mi ración de confites (medicamentos). A mi edad, ser farmacodependiente tiene un no sé qué de decadencia socialmente "aceptable". ☺

TOUR DE MI CELDA

Querides amigues, en 2006 tuve que tomar una decisión parte aguas en mi vida. Quedarme en Costa Rica y sobrevivir con una pensión menor al salario mínimo de ley o re-emigrar a los Estados Unidos. Tras pensarlo un par de años decidí volver a Los Ángeles, o a La Mirada, una pequeña ciudad cercana a Los Ángeles, y vivir con mi hermano y su familia (a donde, dichosamente, había sido invitado desde tiempo atrás).

Hoy día sé que tomé la decisión correcta. Mi hermano y yo siempre hemos sido muy cercanos y la muerte de nuestros padres nos ha acercado aún más. 

Por eso les enseño lo que será mi mundo por lo que me queda de años. Puede que vuelva a Costa Rica de paseo, pero ya no a radicar permanentemente. Sin embargo, bien lo dice el refrán: Uno pone y Dionisos dispone. Nadie sabe a dónde irán a parar finalmente mis huesos.

Junto a la cama, la cómoda de la ropa y sobre ella parte de mi colección de compactos. (Por supuesto incluye las sinfonías de Mahler, Shostakovich, Jachaturian y algunos bretes geniales de Lígeti). A la izquierda de los compactos una foto de Nuestro Señor Rimbaud y a la derecha una de mi madre cuando joven. Luego, más a la derecha, lo que pude salvar de mi biblioteca (aunque ya no tengo problemas de espacio pues tengo más de 250 libros guardados entre el Kindle y el Nook). A la extrema derecha, abajo, mi compu con un tapiz de Elagábalo, pero tapado por el programa de Media Player.

Otra vez la compu. Sobre el CPU una foto de Burroughs y a la derecha la impresora/fax/escaneadora que he heredado de mi hermano (aunque el escanersh no sirve ya). Y más a la derecha un purificador de aire, más compactos y mi breve colección de pelis (tengo colecciones de Herzog y Bergman) y algunas cintas basura que a mí me encantan como la ciencia ficción de Hollywood y los vampiros.

Aquí las dos columnas, una de libros y la de la derecha de compactos. La foto arriba de la segunda columna es de San Federico Gracía Lorca (Amén). En la columna de la izquierda tengo libros que estoy leyendo o de frecuente consulta. Y a la extrema derecha, la mecedora que rechina como abuela en orgasmo cuando me siento en ella.

Otra vez la mecedora, con mi chonete de pescador colgando encima (obsequio del ínclito Giorgos Katsavavakis). El estante de libros es de historia bíblica y teología (mi hermano es teólogo) y no he logrado que Carlos lo saque de mi cuarto. Sobre el mismo, aunque no se ve, hay una fota de Santa Eunice Odio. Más a la derecha mi grabadora y otro estante de libros. Los espejos del fondo son las puertas del clóset.

Junto a la ventana otro estante con libros, y sobre el mismo la grabadora, mi Kindle DX reposando en un atril de madera y el aquileo (sobre unas cajas de más compactos y cassettes). Luego mi bulto y finalmente otra vez la mesa de noche.

Mi cuarto desde la puerta de entrada. 

Gracias por acompañarme en este tour de mi celda. Es pequeña y humilde pero me llena de satisfacción seguir teniendo mi propio espacio, mi claustro elegido. No sé cómo se sentirán ustedes o cómo ha sido su vida, pero para mí, mi propio espacio es tan vital como el agua. Solo lamento que esta entrada sentimentalona no fuera más emocionante para quienes visitan el blog.

22 comentarios:

Yami dijo...

Me encantó tu cuarto, que éxito que tengas vampiros y a Federico García Lorca. :)

Daniel Quirós dijo...

Querido Alex, gracias por proporcionarme una lectura lo suficientemente breve y ligera como para no sentirme culpable y achacarme el ser tan vieja de patio algunas veces (siempre me excuso diciendo que es un mal propio del sociólogo y beneficiosa para este quehacer).

Me sentí aventajando a la historia al "sapear", con tu anuencia, las intimidades domiciliarias de tu retiro en la Yunai: quizás esta entrada de blog sea la antesala de las futuras visitas guiadas por tu dormitorio, en una especie de "Museo de la vida del conocido escritor Alexander Obando". Esperemos, claro está, que eso no ocurra pronto, porque o una de dos, o tendrías que haber fallecido de antemano (que esperemos no ocurra antes de la presunta y publicitada venida del Chús, jajaja) o sería medio incomodo estar recibiendo turistas ávidos de llevarse un recuerdillo "prestado" de su artista predilecto.

Estoy divagando...culpa de ponerle atención a tus publicaciones a estas horas de la madrugada.

Abrazos!

J.P. Morales dijo...

Mae, es pequeño, con pocos muebles, y pocos inquilinos, pero tiene todo lo necesario para construir un paraíso (violento o de cualquier tipo). Mi cuarto es como diez veces más grande y debo confesar que el tuyo me produce envidia, jeje. Un abrazOso. Espero algún día poder visitarte ahí, mi hermano.

Joaquín Ureña dijo...

Se me parece al cuarto que tenía Esteban en Tibás

Gustavo Solórzano-Alfaro dijo...

Y yo que pensé que la entrada iba a ser crítica de poesía, jaja...

Que tu espacio siga siendo tan ameno y confortable para tus huesos, pero sobre todo para tu escritura. Me alegro de que estés a gusto en ese "claustro".

Un abrazo

Rodolfo Arias Formoso dijo...

Don Alex, queridísimo amigo.
Es realmente súper tuanis tu claustro, que por elegido justamente deja de serlo, y se vuelve el palomar, la ventana, el árbol en medio de la brisa. De ahí saldrás vos, en tu trabajo, para compartirte con todos los demás.
Un abrazo, Rodolfo

depeupleur dijo...

¿Mecedora? ¿Libros de teología? Álex, acabás de destruir nuestra campaña publicitaria para Flautista a la puertas del amanecer: ibamos a decir que vivías en el Bradbury Building de Blade Runner en el cuarto que había vivido el Zodiac Killer!

depeupleur dijo...

La verdadera casa de Álexander Obando (este post es un red herring):

http://en.wikipedia.org/wiki/File:BladeRunner_Bradbury_Interior.jpg

juan carlos olivas dijo...

Alex, vieras que me gustó mucho tu cuarto, en especial porque tiene mucha similitud al mío (la foto de Rimbaud y Lorca por ejemplo)y también por el tamaño de las bibliotecas. Son lugares geniales para huir de los demás. Lo único que cambia en el mío es que ahí tengo el encierro de mi bebé, jeje, y una guitarra electroacústica que saca de quizio a mi esposa cuando la toco. Hace un tiempo escribí un poema titulado "Bibliotecas" inspirado en esa experiencia de estar ahí rodeado del espíritu de tantos autores que nos ayudan a vivir. Me gustaría que lo leyeras, está en mi blog.

Un abrazo!

Isolda Dosamantes dijo...

Hola Alexander, te deseo mucha felicidad en este nuevo inicio, uno siempre está iniciando ciclos, que este nos deje muchos libros. Te mando un furte abrazo desde México.

Isolda

FRANK RUFFINO dijo...

Remaje amigo:

Ahora se me jodió este hijoeputa monitor por lo que nada hago con secuestrar tu entrada para leer y ver con detenimiento todo lo que aquí pones, y ya casi me jalo pa' la choza a abrir mi puleriílla.

Bueno, seguro vengo ahora y leo y opino directamente, aunque aquí parezca todo el Chapuí por la bulla indiscriminada de los carajillos fanáticos de videojuegos.

Este cibercafé a 50 metros de mi choza tiene una chicharronera y carnicería abajo. Amigo: vine hace una hora y estas pobres tripas se retuercen. Están cocinándolos ahorita en una caldera porque siento hasta calor en las patas: al rato el rostizado voy a ser yo por mal hablado.

Abrazos a todos los majes y majas,

Frank Ruffino.

Germán Hernández dijo...

No sé cómo lo logras, pero esta entrada me conmueve tanto, me emociona, me produce un sentimiento desesperado por correr hasta donde estás...

Se te extraña muchísimo preciOsO!

Unknown dijo...

Gracias por abrir las puertas de tu ínitmo paraíso... pero si buscas y rebuscas puede que no estés tan solo. A lo mejor va y me encontrás debajo de la misma cama. Un abrazo.

Soren Vargas dijo...

Me quedan algunas preguntas, Álex…

¿Hacia qué cabecera dormís?

De esto depende que en California, tierra de terremotos, te caiga encima Rimbaud o la Oración al Arcángel San Miguel (¿qué dirá?). En todo caso siempre te cae un cuadro de costado.

También, ¿tu cabeza da hacia el espejo? ¿se puede dormir bien así? ¿no te dan pesadillas?

¿Por qué el foco está en el escritorio y no a la orilla de la cama? (En el escritorio hay un Pilot sin uso, porque está puesto al revés).

El Aquileo está posado peligrosamente sobre una caja de cartón, y se va a llevar el reloj negro, y vos con el ruido, la lámpara.

Pero lo que más me intriga son los cuatro relojes, el de la compu, el del escritorio, el negro en la mesita de noche y posiblemente el radio despertador.

Pero lo que más, más me intriga - si ese fuera el caso - es porqué Alexánder Obando tiene un reloj despertador…

Un abrazo, viejo amigo. Tenés una pieza tan intrigante como pulcra. Hasta las botellas de Coca Cola deben estar ordenadas. Sólo en un orden así podrían llevarse al límite tus exquisitas complejidades.

Marco Méndez dijo...

Muy amena e interesante esta breve gira a su Xibalbá Alex. Además de ser refugio ideal cuando huímos del protocolo familiar y las visitas con el "salude, no sea grosero", los cuartos tienen ese aire particular de ser varias cosas a la vez. Dormitorio, biblioteca, aula, cine, taller, bar, entre otros. Siempre fascina lo maleables que son las habitaciones como un microcosmos paralelo a todo a la medida de sus residentes.

De nuevo tuanis por el tur.

FRANK RUFFINO dijo...

Estimadísimo escritor Alex amigo:

Duermo con la jupa hacia el norte. Como me indicó el poeta Jorge Charpentier un día: y sí: él dormía para el norte. Así lo encontraron a los tres días de fallecido. Fue un ataque fulminante porque tenía el celular y el teléfono fijo a la par, en una mesita de noche. Diablos! Esa mañana, un miércoles, entraba justo al Hospital México para iniciar 20 días de cobalto en mi barba y pescuezo cuando sonó mi teléfono móvil: el poeta manco me daba la noticia que una amiga, la poetisa Estela Fuentes y la vecina del poeta, habían encontrado muerto a Charpentier. Su pobre perra, "azucena", grandota como una ternera, deambulaba desquiciada por la casa y por el cuarto del muerto. Poco faltó para jartarse al poeta. Recuerdo que también que Santa Eunice Odio fue encontrada en situación similar: 10 diez muerta en su bañera. Está visto que muchos tenemos muertes feas (creo estoy difunto desde hace mucho tiempo. Se me murió el alma y eso es estar muerto).

...Pues ese día, del portal del Mëxico, me devolví para San Chepe y me emborraché como un indio. Lloré como un idiota cuando nunca lo hago: ni como inteligente ni como idiota. La gente en el bar pensaba que estaba chiflado por eso y porque me pegué en la camiseta la página de La Nación que daba la fatídica noticia: "Muere el poeta Jorge Charpentier".

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank Ruffino.

P.D. Hace años que no uso teléfono móvil ni fijo. Sobre el cobalto: los 20 días se convirtieron en 60 días. Fui muy indisciplinado con mi cáncer, creo el cáncer me tuvo a mí y sobrevivió en otros. Sin embargo, quedé "manco" de mi amada barba. Solo puedo gastar candado y bigote. El pelo nunca lo perdí, pues decía el hematólogo que era yo un fuera de serie. Don Carlos Montero, el jefe de Hematología del Mëxico y amigo de copas, me contó que también atendió un paciente como yo: que se emborrachaba entre las sesiones de quimio, un señor que tenía un bar en Barranca y que nunca volvió. Tampoco volví al México pero en esos días del 2004 algo murió en mí. Seguro tanto químico secó mi alma, no sé... y desde ahí me autoproclamo como "antipoeta". Ni modo...

FRANK RUFFINO dijo...

Juepuchica compa: mejor no vengo a tu espacio: como que te fumigo a los potenciales comentaristas. Casi siempre cierro y nada más aparece por el horizonte!

Abrazos,
Frank.

P.D. Ojalá sean varas mías...

Anónimo dijo...

Alex:

Creo que sos un poco injusto con algunas cosas te gustan. Me refiero a que si te gustan, no son tan basura después de todo, ¿no crees? Al menos, no para vos.

En cuanto a hacer más emocionante la entrada, tengo una idea (creo que muy buena) sobre cómo hacerlo en una futura entrada, pero no sé si quieras oírla.

FRANK RUFFINO dijo...

...La verdad es que te mereces vivir en un palacio. Pero ya ves: son los mendigos y zarrapastrosos que ocupan tu lugar. Aún así vives dignamente.

Abrazos,
Frank.

FRANK RUFFINO dijo...

Alexánder amigo:

Reedité el texto o cotratexto "El circo en la ciudad" que te había dedicado hace un tiempo.

Abrazos,
Frank.

P.D. Guevón amigo: cambie ya de entrada, hace falta aire, aire, aire... Abre ya las ventanas del blog, y que hasta entrén los zanates porque este espacio tuyo es más tico que el pinto, aunque allá solo veas cuervos...

FRANK RUFFINO dijo...

...tampoco veo venga tanta gente por tu sitio: ya es hora quités los filtros. Quizá más lectores se entusiasmen con leer y comentar. Si no, pues devuelven al no haber comunicación fluida.

Luissiana Naranjo dijo...

Es de arrumacos tu casa-cuarto, lleno de bellas adoraciones afines, gracias por dejarnos entrar!!