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lunes, septiembre 12, 2011

CRÍTICA LITERARIA EN LOS BLOGS: MIERDA O MANÁ

¡Apesta!

Cenizas de Ornitorrinco, uno de los blogs menos conspicuos pero más interesantes de nuestra bloguesfera, ha decidido cuestionar este asunto de la bloguería en tanto espacio para la "crítica literaria".

Generalmente tiene opiniones muy sólidas y bien fundamentadas, lo que hace de su espacio un sitio agradable para detenerse un rato mientras uno se toma un café frente a la pantalla. Pero lo que ha dicho en su artículo (¿o crítica literaria?) titulada ¿Una crítica de la crítica de los blogs literarios ticos? no parece rimar con ciertas realidades que yo daba por sentadas y evidentes en sí mismas.

Primero afirma que la bloguería (que rima con playería y putería) ha florecido bastante en la Costa Rica de los últimos años. Hace notar que eso es bueno y de inmediato cuestiona la óptica de un bloguero que se muestra incómodo ante tal florecimiento. Me uno a esa satisfacción del Ornitorrinco ante el hecho de tener más blogs y más información que antes. Eso no puede ser "malo" en sí mismo.

Pero hasta ahí llega la luna de miel.

 Alfonso Chase

Afirma de seguido que quienes hacemos "crítica literaria" damos nuestras conclusiones sin exponer la forma en que llegamos a dichas conclusiones. Algo así como poner la respuesta correcta (o incorrecta) en el examen de mate sin desarrollar el problema; esa maña de algunos sabiondillos que tanto enferma a los profesores de matemática.

Agrega a lo anterior que Hay un abuso de la crítica periodística y de los juicios de valor y casi ninguna aparición de crítica sustentada en herramientas teóricas... es decir, nos acusa de ser poco profesionales en cuanto críticos literarios. Y lo decora diciendo que no somos capaces de mantener esas afirmaciones más allá de su [nuestra] propia subjetividad. También toca el tema de los libros que no tocamos y termina adicionando que nos mueve el culto a la personalidad y que, o somos escritores ya publicados, o que tenemos guardado bajo la almohada ese libro que será la nueva bomba atómica literaria que barrerá con toda Costa Rica, (al menos según nosotros).

Guillermo Barquero

Debo decir que estas afirmaciones me sorprenden un poco porque ponen el pensamiento del Ornitorrinco a la altura del que piensa que hay demasiados blogs, es decir, interpretan mal los signos de la bloguesfera.

"Blog", ya todos sabemos, viene de web log, es decir bitácora de la red. y una bitácora es un texto donde se anotan los acontecimientos con cierta periodicidad. Pero log también es journal o diary, dos términos muy comunes en inglés para indicar aquel espacio donde escribimos nuestras ideas, nuestras impresiones y nuestros sentimientos. Así el log no solo es una serie de notas muy serias y muy científicas al estilo del joven Charles Darwin. También es el espacio donde la gente celebra y expresa tanto alegrías como temores. Valga decir, un diario en el sentido más prosaico de la palabra.

Catalina Murillo

Y blog literario. Bueno, el adjetivo puede ser desorientador para algunos. Pero literatura significa un arte, un oficio antes de significar una disciplina a ser estudiada por teóricos. Por eso blog literario me parece un concepto sano y agradable. Porque es, ante todo, un espacio donde el interés principal es la literatura como arte, como deleite, como gozo y como decepción. Todo esto antes que disfrutarla como desmenuce teórico.

Aclaremos que no estamos afirmando que los blogs son necesariamente subjetivos por naturaleza, pero sí lo pueden ser por definición. Un blog puede ser una aproximación sentimental a la literatura o pueden ser a clockwork device; una especie de tarima técnica para exponer toda su objetividad epistemológica. Y todo lo que resulte queda a juicio del bloguero. Muy distinto sería si el comentario bloguero fuese destinado a una revista académica especializada. Es decir, son bitácoras y no "papers" para la universidad.

Eunice Odio

Luego está ese terrible factor X que permea toda tarea humana: la gente.

Hay blogueros patéticos, blogueros simpáticos y blogueros geniales. Los hay muy interesantes, desmesuradamente aburridos y también fascinantes. En este sentido el mismo Ornitorrinco es un bloguero muy ameno, indistintamente de que su espacio sea visitado con frecuencia o no.

Y en esta misma línea de la gente podemos hablar de filólogos y otros teóricos. Hay filólogos para todo presupuesto mental. Están Alexánder Sánchez, Esteban Ureña y Manuel Picado por un lado, y por otro están Peggy von Mayer y Laureano Albán... ¡El lector escoge!

Es natural que un bloguero de formación teórica como Ornitorrinco jale para los de su especie y yo para los míos. Pero lo que no es natural es desautorizar la labor de uno u otro. Juan Murillo, Guillermo Barquero y  Catalina Murillo no poseen (hasta donde sé) formación como filólogos, y sin embargo, su cultura general y conocimiento sobre literatura los lleva a crear reseñes y críticas que no solo son orientadoras para los demás sino a veces, incluso, muy inspiradas. ¿Apología de cierto subjetivismo? Quizás. Pero prefiero quedarme con "subjetivos" talentosos y muy bien informados que con filólogos salidos de las fábricas universitarias sin siquiera tener la vocación por la lectura.

Joaquín Gutiérrez

Además, si los escritores no estamos calificados para hablar de literatura entonces deberíamos también censurar a esos excelsos autores que, "sin autorización oficial", se han dedicado a la crítica literaria. La primera patada, entonces, iría para Jorge Luis Borges y la última, bajando hasta el fondo de la cadena alimenticia, sería para nosotros los escritores de Costa Rica. Pero bueno, Ornitorrinco no nos dice que seamos teóricos sino que critiquemos como teóricos. Esa debe ser para él una diferencia fundamental.

Por último, propongo un experimento. ¿Qué tal si los escritores (ya publicados o los que todavía calientan la bomba literaria en la casa) nos hacemos a un lado y les cedemos las autopistas de la bloguesfera a los académicos y clones de académicos? ¿Cuánto espacio virtual podrían ocupar estos profesionales? ¿Cuánto tiempo mantendrían blogs literarios como Dios y Ornitorrinco mandan? Y por último, ¿cuánta emoción y placer le pondrían a la cosa? ¿O es que no se han enterado de la emoción que subyace en las palabras tecleadas por Warren Ulloa cuando habla de literatura? ¿O no han percibido la vasta biblioteca ya leída que se asoma en los comentarios de Guillermo Barquero? ¿O el apolíneo justo medio en las palabras de Catalina Murillo o su homónimo Juan?... Sí, puede que esté a favor del comentario "impresionista", mientras esté en manos de autores como estos.

Carlos Cortés 

¿Y será acaso que desprecio a los filólogos? ¡Para nada! Algunos son grandes amigos míos... y otros... bueno... ¡hasta alguna que otra cosa especial hemos compartidoo!

Y en cuanto al Ornitorrinco, pues nos hemos conocido alguna vez por intermediación precisamente de un filólogo que tenemos como amigo común. Me pareció una persona interesante y muy inteligente. Ojalá pueda conservar su amistad pese a lo aquí dicho. Pero es que me pasó lo mismo que él confiesa al final de su entrada: "El hígado pudo más".

Uriel Quesada
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NOTA 1:

Alguna vez, un profesor de filología en la UCR (gay, simpático y mayorzón) dijo que no le mostraba mi novela (El más violento paraíso) a sus alumnos porque yo insultaba en dicho trabajo a un colega suyo, y que él se sentía obligado a la lealtad para con su colega. Ese fue entonces el criterio de selección de este profesor para no introducir mi texto a sus estudiantes. Menciono esto también por si alguien cree que un título universitario te otorga automáticamente el don de la imparcialidad profesional.

Y no puedo cerrar la historia sin antes agradecerle a muchos otros docentes de la UCR las bondades que han mostrado para con mi trabajo. No los menciono por nombre, pero ellos saben quienes son.

NOTA 2:

En algo más estoy totalmente de acuerdo con Ornitorrinco: hay algunos blogs de escritores (o futuras bombas literarias) ¡QUE REALMENTE APESTAN! pero, claro, nadie nos puede negar el derecho a existir como blogueros.

33 comentarios:

Sergio Arroyo dijo...

Alexander, me siento honrado por haber merecido tantas palabras tuyas, pero una sola habría bastado para sanarme.

Bromas aparte: creo que muchas de las cosas que dices merecen una respuesta mucho más pensada de la que puedo dar en este momento.

Ahora casi lo único que puedo decir es que leí tu nota y que, en serio, me alegra que toda una entrada de tu blog haya sido sobre mi muy de vez en cuando blog.

Guillermo Barquero dijo...

Álex, vos sabés que mi formación académica es en una ciencia exacta, en una ciencia biológica exacta, para precisar más. En esa ciencia ocurre lo que le pasa a nuestro ornitorrinco (no recuerdo haberlo leído, pero lo voy a hacer, de fijo): "yo poseo los instrumentos de la verdad absoluta, y quienes no los poseen no deben describir parcelas de conocimiento vedadas para el común de los ciudadanos". Esas cosas las he visto tantas veces, que ya no me dan ni risa ni rabia. Simplemente, no me interesan.
Me parece que está faltando una lectura cuidadosa de los encabezados de los blogs y de las propuestas; de entre las que mencionás, no creo que haya una que asevere hacer crítica al mejor estilo de Bloom (quien, dicho sea de paso, es un bostezo).
Ya se está acercando el momento (lo veo venir) en que se diga que solo los filólogos pueden escribir ficción o poesía, por conocer los instrumentos de la verdad.

Sergio Arroyo dijo...

Lluvia de ideas: también existe la crítica _literaria_, donde la palabra literaria no se refiere al objeto de la crítica sino a la esencia de la crítica; me explico, se trata de una crítica que de suyo es literaria, porque posee una escritura hermosa o poética o como la queramos llamar. Esa crítica también me interesa, pienso en este sentido en los prólogos de Borges, en los ensayos de Alfonso Reyes, en la crítica de Cortázar, etc. Esa crítica también me interesa, aunque no medie en ella una teoría literaria en sentido estricto. Me interesa dejar claro que no soy un academicista, ni mucho menos.

Unknown dijo...

Me has hecho recordar aquella frase/aforismo de José Bargamín: "Soy subjetivo, ya que soy sujeto. Si fuese objetivo, entonces sería un objeto".
Saludos a todos.

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Cuando un crítico "hace" lo que comenta, es mejor que deje de ser crítico, como hicieron los críticos de cine de la Nueva Ola francesa cuando empezaron a hacer cine. La crítica se adscribe al género del ensayo y debe tener la rigurosidad de una experimentación científica: es un trabajo por sí solo, de constante investigación; la creación literaria es otra cosa y no deben confundirse ambos ejercicios en el espacio único de la literatura. Generalmente quienes escriben no son los mejores críticos (ni al revés tampoco). Ahora, en los blogs, lo que noto, es que las críticas literarias no son tan rigurosas, al menos en los blogs de costarricenses, van como a vuelapluma y al borde de la ocurrencia o de afirmaciones sin demostración.

Sergio Arroyo dijo...

Decía Eco que para escribir se olvidaba temporalmente de todos los preceptos teóricos. Espero, Sentenciero, que no llegue ese día que predices; de hecho conozco a pocos filólogos que valga la pena leer: Alí, Esteban y no conozco a otros, desgraciadamente.

Gustavo Solórzano-Alfaro dijo...

Los filólogos no deberían escribir en tanto se piensen a sí mismos como filólogos. Una cosa es la filología y otra la escritura. Eso debería ser verdad de preogrullo.

Creo que lo que han planteado primero Orni y luego Álex en sus respectivas entradas amerita mayor meditación.

Ahora, si nos conecentramos específicamente en los blogs y sus problemas, también creo que deberían darse nombres y ejemplos de un modo directo, porque más allá de que Orni tenga razón o no la tenga, los blogs son espacios muy flexibles, abiertos y cada uno es muy diferente y propone o discute asuntos diferentes.

Saludos

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Entre filólogo y escritor no hay ninguna relación de causa y efecto.
Si no, que lo digan Carlos Luis Fallas, quien sigue siendo el mejor escritor costarricense, Fabián Dobles, Carmen Lyra, Joaquín Gutiérrez, Francisco Zúñiga, Carlos Luis Sáenz, Adela Ferreto, Luisa González, Adolfo Herrera García... ¡Esa sí fue una Generación Literaria!

Tatiana Lobo dijo...

Calma, calma...El tiempo tiene siempre la ùltima palabra. Asì que la crìtica en vida del autor no pasa de ser un divertimento inteligente, cuando es bien pensada, y una uve de vendetta cuando alivia la urticaria.

Mauro "Flamehowl" dijo...

Hago aquí intromisión solo para salir de una duda:

¿es referente el análisis a la critica literaria en blogs nacionales con los comentarios hechos por Dante remix los últimos días?

No quiero incentivar ningún tipo de roce existente es solo que deseo tener dichos puntos claros, pues como le comenté a él, muchos blogueros como yo (con conocimiento literario básico) simplemente somos comentaristas y/o damos sugerencias sobre alguna que otra lectura. detalle que hay que tener en cuenta. Saco aquí la pregunta anterior pues en el espacio de dicho bloguero, Da una opinión sobre critica y comentarios literarios muy muy higadosamente (si es que se puede aplicar la palabra así)

Guillermo Barquero dijo...

Ornitorrinco, de verdad espero que ese día no llegue...

Guillermo González Campos dijo...

Creo que, de forma generalizada, no hay un claro entendimiento de lo que es la filología. Necesitaría mucho espacio (¡y tiempo!) para referirme al asunto, pero al menos me gustaría dejar claro que los filólogos no son "comentadores de libros", que algunos se dediquen a eso, es otro asunto. Lo que sucede es que el filólogo al tener un título universitario tiene cierto "estatus" que les hace creer que su palabra es la última, pues su saber es un saber legitimado. Por eso, hay montones de escritores que buscan que uno les lea la obra para que se la legitime o al menos le diga que está bien hecha. Pero eso, tiene que quedar claro, no es la filología. Como filólogo, no creo que mi apreciación valga más o menos que la de cualquier otro, a fin de cuentas siempre son apreciaciones subjetivas. Es más, reclamo mi derecho a ser subjetivo, a ser humano y a que me guste o no una novela (y a hacer berrinche también). Ahora bien, lo anterior no debe quitarle mérito a mi profesión. Se estudia muchos años para esto y así como nadie se hace químico por "bagaje" cultural, nadie se hace filólogo leyendo. Por eso, los filólogos que estamos en la academia tenemos preocupaciones muy especializadas que cualquier lego no podría entender cabalmente y que, de todos modos, muy probablemente no le interesen a nadie más que a nosotros.

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Guillermo: ¿por qué no le da vuelo a su Tico... (blog)?

Oscar Collado dijo...

Oscar (nino) Collado.

Creo que este tema da para horas. Ahora, como lector que soy (hago la aclaración primero, pues me parece que en el fondo todo gira alrededor de esto) y estudiante de filología (lo cual no me suma ni me resta nada) me parece necesario decir que muchas de las más brillantes lecturas y abordajes sobre un texto que he leído, han sido hechas por escritores; escritores sin título alguno. Esto, contrario a lo que muchos piensan, no desmerita la profesión. Lo ideal, me parece, sería una retroalimentación por parte de académicos y no académicos. Al fin y al cabo nuestra actividad versa sobre puntos generales que se entretocan.

FRANK RUFFINO dijo...

Alexáncer amigo:

Vine rapiditico a este cibecafé de lunáticos: secuestro -copio- toda tu entrada con comentaristas incluidos. Mañana o ahora vengo a pegar mi opinión al respecto. Debo encerrarme en mi pulperiílla a hacer cuatro horas de ejercicios físicos descomunales, tan fuertes que algunas veces, tras terminar la última rutina de levantamientos de fierros y cosas varias, debo arrastrarme a mi camón donde quedó casi desmayado por varias horas, hasta reparme completamente con el sueño y descanso. Luego me ducho y me voy pa' la cantina a beber Cacique con siropito y devorar fritangas. Jajaja!

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank Ruffino.

FRANK RUFFINO dijo...

Aléx y amigos comentaristas:

El blog es un medio de comunicación expedito, ágil y totalmente válido acorde con nuestro tiempo (tenemos la sensación de vivir más rápido, aunque el reloj siga marcando las horas igual que en el pasado), lo mismo para que también los haya dedicados a criticar los blog literarios en cualesquiera disciplina. “La huella del ojo”, de nuestro buen amigo William Venegas Segura es digno dechado de lo que aquí apunto. Sobre “Cenizas de Ornitorrinco”, pues no puedo opinar de su calidad porque muy poco me he rozado con dicho espacio, igual me pasa con el blog de Cata Murillo (Que el escritor Alexánder Obando y su bitácora electrónica “El más violento paraíso”, se ocupe de esos dos espacios ya es muy buen referente. Deberé, así, acudir dichos foros de crítica). El medio (blog, revista, radio, tv…) solo es asunto de forma cuando la crítica está bien fundamentada (las peores críticas las he leído en papel, y ni qué decir de este oficio en los medios electrónicos tradicionales, donde se la pelan a cada rato!). Respecto a “100 palabras por minuto”, del crítico-escritor Juan Murillo, creo este espacio funciona bien, es serio, tanto como el dirigido por nuestro amigo William.

En noviembre mi espacio “Poeta Frank Ruffino” cumple dos años de existencia. Ya casi “cosecho” (porque ha sido duro, porque siempre es duro trabajar “la tierra semidesértica”) 500 amigos adscritos a mi humilde espacio, en su mayoría escritores y artistas de los cuatro puntos cardinales del planeta. Así, ahí no es difícil encontrar regularmente al poeta salvadoreño André Cruchaga, la poetisa española Mariam Raméntol Serratosa, la poetisa y pintora argentina Diana Profilio, la novelista venezolana Blanca Miosi, la poetisa, bailarina y coreógrafa española Mercedes Ridocci, la pintora colombiana Claudia Botero, entre muchos otros que se codean y hablan de tú a tú con este vate “poloncho” y ceniciento del norte de Costa Rica. Esta herramienta comunicacional del blog ha sido la salvación. Publiqué tres libros antes del 2006 pero sin promocionarlos por no contar contactos en medios nacionales de peso o no ser parte de argollas o cenáculos culturales que impulsaran mi proyecto literario. Y en mi exitoso, hasta la fecha, periódico herediano El Florense que fundé en enero 1999 -www.elflorense.com-, del que me desligué físicamente hace cinco años, e indirectamente hace dos, solo me autoedité si acaso en tres ocasiones (artículos del poeta y gran declamador Alberto Fonseca sobre mi persona y obra, esto a lo largo de un década. De no ser por mi bitácora electrónica les garantizo que muy pocos conocerían de mi trabajo poético. Así que casi todo lo he hecho desde el escritorio de mi “pulperiílla” en “Náralit”, y no soy tullido ni tarado: premios reales y no virtuales, blogs, contactos virtuales (hasta una mecenas de España depositó en mi cuenta 800 euros el pasado diciembre, esto porque una amiga ex novia virtual en común le contó de mis penurias económicas). También conservo amistad virtual con Alexánder, William, Juan Carlos Olivas, Lussiana Naranjo, Vilma Vargas, Leda García, Rónald Bonilla, Cristian Marcelo Sánchez, Melvyn “el ratón” Aguilar, etcétera. Nadie de ellos me conocen realmente...

FRANK RUFFINO dijo...

...(Naranjo sí, hace 20 años cuando fuimos compas de periodismo en la Católica Activa en barrio Don Bosco. El poeta Alberto Fonseca, el extinto Jorge Charpentier, el poeta Marco Tulio Mena, el poeta Alfredo Trejos, el poeta, también difunto, Felipe Granados, el editor Carlos Aguilar, estos tres últimos por ser publicado en 2006 en Perro Azul; los tres primeros por topármelos siempre en las cantinas de Chepe centro y en los bares de barrio Amón. Y el gran Alfonso Chase, una vez que entró, hace como cuatro años, al bar Limón, colocó a mi lado un cerrito de monedas de baja denominación y le pidió permiso, con una parsimonia y respeto pasmoso, para ingresar al orinal al cantinero dueño del establecimiento, mi buen amigo asturiano don Juan Puertas. Luego cuando venía pa’ fuera le extendí la mano: “Don Alfonso, Frank Ruffino, mucho gusto”, “ah sí, poeta Ruffino, también es mío”, replicó estrechándome la mano con efusión: él había escrito un artículo en 2006 en La Prensa Libre llamándome “poeta planetario” -ehhhhhhh!-).
Realmente el blog “me quedó como anillo al dedo” por mis creencias y convicciones: ateo, y “eremita” soy del mundo cultural. Ni siquiera he ido a retirar tres premios porque soy muy polo y me da vergüenza, uno internacional y dos nacionales. Digo todo esto, y no es autobombo: si alguien le ha sacado jugo al invento del blog y a la internet, literalmente, literariamente, ha sido Frank Ruffino, poeta, profeta o antipoeta, ermitaño o figurón, bohemio o una suerte de Rasputín a la tica, terrícola o alienígena, o bicho sin clasificación zoológica… como queráis etiquetarme (¡Cabronazos amigos de la chingada grande: hasta yo estoy sorprendido de mí mismo!), lo cierto es que al fin y al cabo el balance cualitativo de la obra conjunta de uno es el que tiene la última palabra. El que va dejando huella de este talante, creo, está haciendo las cosas medianamente bien, y se encamina al estrellato. Buen modelo de este aprovechamiento del medio es el propio anfitrión de esta bitácora, nuestro autoexiliado, queridísimo, entrañable y estimado escritor Alexánder Obando Bolaños (también algunas veces celebrado poeta. Claro, él sin blog igual sería famoso por su gran talento de escritor, y aún nos dará dos o tres sorpresas más -novelas-). …Y William Venegas y su famosa “La huella del ojo”… ni qué decir! Este amigo “chifrigero” también está solo!

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank Ruffino.

Jessika dijo...

Los blogs son eso mismo 'bitacoras' para disfrutarse, no para entrar en enredos filológicos. Cada quien se exprese como quiera con respeto y amando sus letras, y compartirlas (su fin), pero no autolimitarse por lo que otros digan.

Vine por recomendación de Frank. Poeta excepcional, y es muy cierto lo que dice, sino fuera por su blog no hubiera disfrutado de sus antipoemas.Es que soy una 'ratona de librerias' y lecturas de toda índole.

De lo que me hubiera perdido!

FRANK RUFFINO dijo...

Gracias Jeca por hacerme caso viniendo a este espacio de Alexánder.

Abrazos,
Frank Ruffino.

Alexánder Obando dijo...

Ornitorrinco:
En verdad te digo que esta noche estarás en el cielo de los filólogos.

Bromas aparte, te contesdto más abajo.

Alexánder Obando dijo...

Sentenciero:
No creo que las propuestas de Ornitorrinco sean tan radicales. De hecho estoy de acuerdo con mucho de lo que dice. Pero aún así reclamo mi derecho a no ser objetivo ni "organizado" ni académico. Eso signica hacer metaliteratura a mi antojo en el blog u otros lados.

Siento que la censura filológica tienen algo de cierto pero no viene de nuestro amigo sino de otros lados.

Alexánder Obando dijo...

Ornitorrinco:
"...también existe la crítica _literaria_, donde la palabra literaria no se refiere al objeto de la crítica sino a la esencia de la crítica; me explico, se trata de una crítica que de suyo es literaria, porque posee una escritura hermosa o poética o como la queramos llamar..."

Estamos muy de acuerdo en esto.

Alexánder Obando dijo...

Antonio:
Gracias por la frase de bergamín. Una perla.

Alexánder Obando dijo...

William:
Aún así creo que un individuo puede tener dos profesioes: crítico y artista. Todo está en saber distinguir una de otra.

Alexánder Obando dijo...

Ornitorrinco:
de nuevo coincidimos y de paso ilustrás (con el ejemplo de Eco) la posibilidad de ser crítico y escritor, pero no a la misma vez. En mi caso solo pretendo ser uno y el otro es un divertimento.

Alexánder Obando dijo...

Asterión:
De acuerdo, los blogs presentan y representan muchas posibilidades y versiones distintas.

Alexánder Obando dijo...

William:

Difiero respetuosamente de vos. la relación entre ser filologo y escritor variará según el individuo.

Por otra parte, aprecio y conozco la generación de la que hablás (pues como se sabe, es la canónica en CR) pero tampoco creo que Calufa haya sido "el mejor escritor" de Costa Rica. ¿Habrá incluso un "mejor escritor" en nuestro país? Creo que es bueno pensar a los nuestros pero no en términos superlativos.

Alexánder Obando dijo...

Tatiana:

Me parece muy cierto. Todo esto no es al fin más que un juego de adivinanzas.

Alexánder Obando dijo...

Mauro:

Leí un par de veces tu pregunta, pero me temo que no te entendí. Mis disculpas.

Alexánder Obando dijo...

Guillermo González Campos:

He de confesar que estoy de acuerdo casi con todo lo que ha dicho. Y para ilustrar mi punto le dejo aquí un fragmento de mi novela "Canciones a la muerte de los niños":

"—De un pronto a otro es más rápido que de un momento a otro. Lo demás, la academia, los filólogos, no importan. De por sí los filólogos tradicionales solo han hecho libros para otros filólogos, en tanto que los escritores, buenos y malos, han hecho los libros para el resto de la humanidad. Y cuando a un filólogo, de nombre Nietzsche, por fin se le ocurrió hacer libros para todo el mundo, fue rechazado y escarnecido por la comu-nidad filológica. Moraleja: el escritor puede ser un filólogo, pero el filólogo no es, en sentido artístico, un escritor.

—Pues eso está por verse, don Sergio –dijo la mujer acomodándose los anteojos.
Sergio seguía jugando con el prepucio de Cachi por debajo de la mesa mientras hablaba con la poeta y profesora de Cívica recién incorporada al Cuadrado de Poetas Costarricenses de Limberto Barney.

—Mis poemas han sido revisados por una amiga filóloga y por eso creo que ya están muy bien. A don Yago L’Escargot también le gustaron mucho y usted sabe que él es Premio Nacional… –y luego con un gesto de asco–. ¿Qué es ese olor tan feo?…

—Tal vez son sus poemas…

Y Cachi no aguantó más la risa y se carcajeó por toda la mesa. La mujer se quedó mirando un momento y luego empezó a entender lo que pasaba. Sergio sacó la mano de debajo de la mesa y se la metió a Cachi en la boca todavía muerto de risa. El muchacho empezó a lamer la mano con fruición.
La mujer, asqueada y ofendida, se quitó los anteojos y se puso de pie.

—No crea que sus pantomimas de Rimbaud y Verlaine lo hacen intocable, don Sergio. Usted podrá ser un buen profesor, pero las autoridades universitarias van a saber de sus inmoralidades en público. Este chiquito no tiene ni veinte años y usted ya lo hizo tan pervertido como usted.

Cachi se seguía riendo como un retardado mental fuera de sí mientras la mujer recogía sus cosas y se iba sin decir más.

—¡Saludos a su amiga la filóloga…! –fue lo último que la mujer alcanzó a oír en el momento en que salía a la lluvia de la tarde. El viento había arreciado mucho, por lo que los poemas tal vez se le iban a mojar.

Alexánder Obando dijo...

Nino Collado:

De acuerdo: muchos de los mejores escritores de este país no han tenido título alguno.

Mauro "Flamehowl" dijo...

Tranquilidad Alexander leí detenidamente ambos espacios (el de DanteRemix y el de el Ornitorrinco) mis dudas se despejaron solas así que tranquilidad.

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Alexánder:
Solo un apunte: cuando afirmo lo de Carlos Luis Fallas, no lo digo exactamente en términos superlativos, aunque así parezca; en realidad, lo pienso en términos comparativos: es el mejor escritor costarricense comparado con los demás escritores costarricenses, antes de él y después de él (hasta hoy). Esta afirmación debiera demostrarla; pero –obvio– este no es el sitio para hacerlo.