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domingo, noviembre 14, 2010

DULCE ET DECORUM EST PRO PATRIA MORI (Dulce y honroso es morir por la patria).

 Soldado recuperado. ¡VIVA LA GUERRA!


"Ya tiraron una molotov a la Embajada. No tardaran mucho en linchar a algún inocente nicaraguense. Yo me preguntaba de dónde sale la gente que trabaja en Auschwitz, Dachau, la Escuela de Mecánica de la Armada. Ahora se que están en todas partes, esperando a que el clima sea propicio para hacer lo que ya todos sabemos. Es muy posible que las consecuencias más terribles de la invasión terminen siendo un par de asesinatos por odio, perpertrados por los pacificos ticos".

- Juan Murillo -


Cuando soplan vientos de guerra, los pacifistas somos tachados de traidores, antipatriotas, sucios y cobardes.

"¿Dónde están los chancletudos que deberían estar marchando hacia Isla Calero?" gritan las voces del odio. "¿Dónde se han metido los sindicalistas y los huelguistas del hambre, y por qué no marchan hacia la frontera?" espetan los "patriotas" que ya, ya, YA, [[ ¡YA! ]], quieren SANGRE.

Creen que la guerra es un acto de honor. Cree que la sangre en las trincheras y los pantanos es un acto de dignidad y justicia. Creen que la orfandad, la viudez, la gangrena, la amputación de una pierna, la sordera, la locura, el asesinato de niños y la corrupción de los cadáveres son todos signos de honor e hidalguía. Signos de ser "nacionalistas".

No saben que la muerte es muerte aquí y en los pantanos. Ni tampoco saben que los muertos serán los hijos del pueblo. No la hija de Ortega. Ni el hijo de Chinchilla. Ni los hijos de Arias. Los muertos seremos usted y yo. Su hermano, su prima y su tío quienes pondremos la sangre que no pondrán los Moncada ni los Guardia, ni los Arias, ni los Rico, ni los Fishman ni los Rodríguez-Echeverría ni los Figueres. Ellos no pondrán una sola gota de su valiosa sangre. Toda muerte que suceda en Isla Calero será muerte de gente no millonario, no Repretel, no poderosa, no política y no jet set. Morirán "los hijos del pueblo", como siempre. Los demás, se beneficiarán con la guerra. Y los muertos, los patriotas que pusieron el pecho por la "jai clas" de ambos bandos, no serán recordados más allá de los programas de cívica del MEP, esos mismo que usted ahora considera aburridos, manipuladores y tóxicos para el desarrollo de la mente de los niños.

Si vamos a la guerra, ¿dónde estaremos dentro de cinco años? ¿Quién limpiará nuestras tumbas de piedra y palo allá en el tórrido paisaje de una isla casi muerta? ¿Nuestros políticos? ¿Nuestros ricos? Ellos estarán demasiado ocupados haciendo plata y echándole la culpa de todo a Daniel Ortega o a Edén Pastora, sus verdaderos amigos y hermanos en la vieja causa de hacer más y más capital a costas nuestras.

Si vamos a la guerra, ¿qué animal estará chupando nuestro costillar dentro de cinco años?

- Alexánder Obando -


DULCE ET DECORUM EST.

Torcidos, como viejos mendigos bajo sus hatos,
renqueando, tosiendo como brujas, maldecíamos a través del lodo,
hasta que donde alumbraban las luces de las bengalas nos dimos la vuelta
y hacia nuestra lejana posición empezamos a caminar afanosamente.
Los hombres marchaban dormidos. Muchos habían perdido sus botas
Pero abrumados avanzaban sobre zapatos de sangre. Todos cojos, todos ciegos;
Borrachos de fatiga, sordos incluso al silbido de las balas
Que los cansados cañones de calibre 5.9 disparaban detrás de nosotros.

“¡Gas, gas! ¡Rápido, muchachos!”; un éxtasis de desconcierto,
Poniéndonos los toscos cascos justo a tiempo;
Pero alguien aún estaba gritando y tropezando
Y ardía retorciéndose, como ahogándose en cal viva…
Borroso, a través de los empañados cristales de la máscara y de la tenue luz verde,
Como en un mar verde lo vi ahogarse.
En todas mis pesadillas, ante mi impotente mirada,
Se desploma boqueando, agonizando, asfixiándose.

Si en algún sofocante sueño tú también puedes caminar
Tras la carreta en la que lo pusimos,
Y mirar sus blancos ojos moviéndose
En su desmayada cara, como un endemoniado.
Si pudieses escuchar a cada traqueteo
El gorgoteo de la sangre saliendo de sus destrozados pulmones,
Repugnante como el cáncer, nauseabundo como el vómito
De horrorosas, incurables llagas en lenguas inocentes,
Amigo mío, no volverías a decir con ese alto idealismo
A los ardientes jóvenes sedientos de gloria
La vieja mentira: “Dulce et decorum est pro patria mori”.

- Wilfred Owen, 1917 -
Docente, poeta y soldado inglés (1893-1918). Murió en las trincheras de un balazo en la cabeza, cinco días antes que terminara la primera Guerra Mundial.

Ver más comentarios en Revista Paquidermo.

jueves, noviembre 11, 2010

ESQUELETO DE ORUGA de Guillermo Barquero



Esta breve novela de Guillermo Barquero viene a confirmar nuestra opinión de que la generación literaria del 2000 ha llegado para quedarse. Y se queda por buenos motivos.
            En primer lugar la calidad formal, de la que Barquero hace gala sin petulancia pero también (al menos en apariencia) sin esfuerzo. Luego el tratamiento de la temática sui géneris de este autor; oscura, ominosa y profundamente opresiva. Su personaje central, un nuevo Raskolnikov de la histología, pasa por diversas fases de cambio y descomposición, generando en su propio cuerpo evidencias de la crisis total en que vive. Pero no parece haber gran delito a lo Dostoievsky en este mundo de hiel y otros líquidos de la degeneración progresiva, sino una idea fundamental —prosaica, a final de cuentas— que solo sabe deletrear la propia denostación.
            Escrita con el escandaloso recurso de una posible confesión autobiográfica (o el fantasma de la misma) “Esqueleto de oruga” se yergue como una hermanita que va de la mano de Gregorio Samsa, ambos dispuestos a disfrutar de su propia derrota.

Alexánder Obando
La Mirada, noviembre de 2010.